Institut de Beauté

La directora del Instituto de Belleza y Medicina Estética Maribel Yébenes explica por qué «los cambios de temperatura son los factores más determinantes a la hora de preservar la juventud y la salud de la piel».

Durante los meses de otoño, las necesidades de nuestra piel cambian. Tras los excesos de las vacaciones nuestra piel está pidiendo a gritos acabar con la deshidratación y recuperar la luminosidad perdida. Es por esto que la hidratación y la limpieza exhaustiva deben ser las prioridades básicas de nuestra rutina de belleza.

Y no es solo la vuelta a la rutina del trabajo, septiembre llega con su ‘¡Oh, Dios mío!’ porque de manera inevitable entra de nuevo en nuestras vidas el frío. Myriam Yébenes, directora del Instituto de Belleza y Medicina Estética Maribel Yébenes, explica que «los cambios de temperatura son los factores más determinantes a la hora de preservar la juventud y la salud de la piel».

Este año el cambio de temperaturas ha sido radical, una oscilación térmica que puede hacer que los capilares de nuestra piel se contraigan provocando que reciba menos oxígeno y nutrientes. Ante esto, la experta en belleza asegura que «si no te proteges de las inclemencias del tiempo, la piel puede sufrir deshidratación, arrugas, envejecimiento, aparición de manchas o flacidez».

demás de la bajada de temperaturas, la llegada del otoño significa la vuelta a la calefacción y, por tanto, a los cambios bruscos que afectan sobre todo de las zonas más expuestas, como el rostro. Por eso, desde ya, es necesario que comencemos a ajustar nuestra rutina de belleza y nuestros cuidados en cabina a las necesidades la la nueva estación.

Para que no haya excusas y pueda estr al alcance de las más perezosas, Myriam Yébenes resume ‘el cambio de estación cosmético’ en tres pasos claves.

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